miércoles, 15 de agosto de 2018

LAS DIÓCESIS VASCAS CELEBRAN LA SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN MONS. MUNILLA PLANTEA CONSECUENCIAS DEL MISTERIO MARIANO DE LA ASUNCIÓN: "CREADOS PARA LA GLORIA". MONS. ICETA RECUERDA QUE LA ASUNCIÓN DE SANTA MARÍA NOS CONVOCA A LA ESPERANZA








  










LOS OBISPOS  DE BILBAO Y DONOSTIA PRESIDEN LAS EUCARISTÍAS EN HONOR DE LA ASUNCIÓN DE SANTA MARÍA

El Obispo de Donostia San Sebastián presidió la Eucaristía  de la Solemnidad de la Asunción en la Basílica  de Santa  María del Coro Patrona  de la Ciudad ante numeroso pueblo que ocupaba la nave y los laterales del templo con la presencia  de las autoridades locales


Creados para la gloria. Contradicciones de nuestra cultura

HOMILÍA. La Asunción de la Virgen María 2018



Apaiz lagunok, herri agintariok, donostiar fededunok nahiz jai hauek gurekin ospatzera bildu zareten kanpotarrok. Aintzarako sortuak izan gara! Horixe gogoratzen digu gaur Amaren Zeruratzearen festaburuak: betiko bizitzan Jainkoarekin bat egitea dugula helmuga.

Queridos sacerdotes concelebrantes, queridas autoridades, queridos fieles donostiarras y visitantes que disfrutáis de estas fiestas con nosotros:

Permitidme que comience esta homilía con una afirmación fuerte, en la que se resume el sentido de la fiesta que hoy celebramos: ¡Hemos sido creados para la gloria!  Sí, la solemnidad de la Asunción de la Virgen María al Cielo, en cuerpo y alma, nos recuerda a todos que nuestra meta es la gloria, es decir, el encuentro y la unión con Dios en la vida eterna.

El caminante que olvida su punto de partida, pierde fácilmente la dirección de la meta a la que se dirige. Al mismo tiempo, si la meta es confusa, el camino es incierto. Y cuando se emprende un camino equivocado, cuanto más se camina, más se aleja uno de la meta.

Por ello, nuestra Madre del Cielo nos ayuda a descubrir nuestro punto de partida, el de llegada, así como el camino, que como peregrinos, estamos llamados a recorrer. Ella ilumina nuestra noche, al tiempo que comparte nuestro camino y nos indica la meta. María es peregrina de la fe y portadora de la antorcha en la que brilla la luz de su Hijo, convirtiéndose así en estela para todos nosotros. Hacemos nuestra la oración de ese gran enamorado de la Virgen María, llamado San Bernardo: “Mira a la estrella, invoca a María… No te extraviarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en Ella piensas. Si Ella te tiende su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás, si es tu guía; llegarás felizmente al puerto, si Ella te ampara”.

Hoy en día, al igual que siglos atrás, la luz de la fe continúa siendo vital para orientar el sentido de la existencia. Os pido que prestéis atención a la siguiente cita contenida en la primera encíclica del Papa Francisco, “Lumen Fidei”, al inicio de su pontificado: «Perdida la orientación fundamental que da unidad a su existencia, el hombre se disgrega en la multiplicidad de sus deseos; negándose a esperar el tiempo de la promesa, se desintegra en los múltiples instantes de su historia. Por eso, la idolatría es siempre politeísta, ir sin meta alguna de un señor a otro. La idolatría no presenta un camino, sino una multitud de senderos, que no llevan a ninguna parte, y forman más bien un laberinto. (…) He aquí la paradoja: en el continuo volverse al Señor, el hombre encuentra un camino seguro, que lo libera de la dispersión a que le someten los ídolos.» (Lumen Fidei nº 13).

  Gizakiak oinarrizko bere norabidea galtzen du sarritan, bere izateari batasuna ematen diona; eta horrek milaka gogo eta irrikari bere arreta eskaintzera zuzentzen du. Hainbat kontraesan gertatzen direlarik pertsonen bizitzan: 1. Munduaren globalizazioaren erdian isolatuta eta bakardadean bizi gara, elkarte sena galdu dugularik. 2. Askatasunaren aldarrikapenekin betetzen zaigu ahoa, gauza askoren morroi bilakatu garen bitartean. 3. Solidaritza eta sentsibilitatea handitu direla esaten dugu aho-betez, baina aldi berean hainbat gertakariren aurrean beste aldera begiratzen dugu, bazterketaren kulturan bizi garelarik. 4. Elkarrizketa eta ulermena bilakatu ditugu gure gizartearen bandera, baina ezin ulertua eta desberdinarekiko agresibitatea eta erasoa ez dira batere murriztu.



Repito la primera frase de la cita del Papa Francisco: «Perdida la orientación fundamental que da unidad a su existencia, el hombre se disgrega en la multiplicidad de sus deseos». Es evidente que en nuestra cultura comprobamos la existencia de multiplicidad de deseos, en forma de grandes contradicciones; de valores y de antivalores; de progresos y de retrocesos; de evoluciones y de involuciones… Quisiera fijarme en cuatro de estas contradicciones:



1.- En la teoría hemos crecido en la conciencia del mundo como una aldea global, como una gran familia, en la que compartimos un destino común. La concepción individualista de la existencia se revela como anticuada y superada…

Sin embargo, la realidad está muy alejada de este valor teóricamente en alza. Lo cierto es que nuestra cultura nos ha aislado: nuestras familias son frágiles y se desintegran con facilidad, la tecnología nos lleva a vivir aislados en una burbuja, y las amistades fuertes parecen más el recuerdo de un pasado que una realidad del presente. En defintiva, aunque el sentido comunitario de la existencia triunfa en la teoría, la vida real camina en sentido contrario, hacia la soledad.



2.- En la teoría, hemos crecido en la conciencia del valor de la libertad, como expresión de la dignidad humana. La democracia se presenta como la forma de configuración irrenunciable de una sociedad fundada en la libertad humana…

Sin embargo, constatamos las graves consecuencias de una comprensión reduccionista del concepto de libertad, que olvida que la dimensión antropológica precede a la política. En efecto, nuestra cultura ensalza la libertad, como concepto político; mientras que genera “esclavos” de forma verdaderamente preocupante. El crecimiento de multitud de adicciones en nuestra sociedad es la punta del iceberg, que deja patente la fragilidad y la inconsistencia del valor de la libertad entre nosotros.



3.-  La solidaridad con los desheredados de la sociedad y del planeta, es otro valor en alza. Mientras la riqueza no esté repartida en el mundo de forma justa, no podrá ser garantizado un desarrollo sostenible. De forma progresiva, la opinión pública se sensibiliza hacia los colectivos más desfavorecidos y frágiles…

Sin embargo, queda patente que esta sensibilidad social se circunscribe con frecuencia hacia determinados focos de atención mediática, ignorando otros dramas humanos que son ocultados; acaso por no ser considerados políticamente correctos. El “descarte” de los niños concebidos y no nacidos, en palabras del Papa Francisco, es ejemplo elocuente de lo que afirmamos.



4.- El diálogo y la tolerancia son valorados como puntales básicos de la convivencia. Nadie puede considerarse en posesión absoluta de la verdad; y en teoría, nuestra cultura ha entendido que es necesaria la apertura al que piensa diferente, como fórmula de crecimiento…

Pero la práctica nos demuestra que la realidad está lejos de este ideal teórico… Lo cierto es que estamos siendo testigos de una creciente agresividad hacia el que piensa distinto; bien sea a través de las redes sociales, bien sea en la convivencia diaria, bien sea en el contexto de un ambiente social impositivo, en el que es perseguido quien se atreve a pensar de forma matizada.



  En definitiva, la frase subrayada por el Papa Francisco en su encíclica “Lumen Fidei” («Perdida la orientación fundamental que da unidad a su existencia, el hombre se disgrega en la multiplicidad de sus deseos»), permite que podamos y debamos dirigir nuestra atención hacia una propuesta de esperanza. La sociedad no está condenada necesariamente a esa disgregación en una multiplicidad de deseos contradictorios. La coherencia es posible, en la medida en que existe una cosmovisión que conjuga los valores; y sin que estos se disuelvan en otros antivalores.

  Y es que, antes que una ética, el ser humano requiere una clave de comprensión del sentido último de la vida, sin la cual nuestra existencia es inconsistente y huérfana… Por ello, no podemos sino concluir recordando el papel de María como estela luminosa del sentido de la existencia, ya que: El que olvida el punto de partida, no encuentra fácilmente la meta. Si el destino es confuso, el camino es incierto. Y cuando se emprende un camino equivocado, más y más, nos alejamos de la meta.

  ¡Que María, la Madre Asunta al Cielo, nos ayude a descubrir el punto “de partida”, el “de llegada”, así como el “camino” que hemos de recorrer en nuestra peregrinación!

Amari begiratu behar diogu. Nondik gatozen eta nora goazen berak argitzen digu. Oinarria garbi edukitzea ezinbestekoa baita helmugari beharbezala bergiratzeko.

Zerura jasotako gure Ama eta Erreginak gure bizitzaren norabidea argitu diezagula: gure erromesaldian egin behar dugun bidea, eman beharreko urratsak ezagutzen lagun diezagun. 



BILBAO: Mons Iceta  gace un llamamiento a la esperanza durante  la concelebración eucarística en la  Basílica  de Begoña. Patrona de Bilbao


Hoy, festividad de la Asunción de María, miles de personas se han acercado a los alrededores de la basílica de Begoña y al santuario de la Amatxo para celebrar el día. 
Desde las cuatro de la mañana, hora en la que se ha celebrado la primera eucaristía cientos de personas abarrotaban el templo. "En la primera misa ha habido muchos fieles" - destacaba a la Delegación de MCS, el presbítero José Luis Achótegui, quien normalmente celebra la eucaristía más temprana. Durante la mañana ha sido incesante el paso de los fieles por la iglesia. El obispo, en su homilía de la misa mayor ha pedido "devolver la esperanza a todas aquellas personas que la han perdido".
"Hoy estamos de fiesta, porque es la fiesta de nuestra Madre", ha señalado el obispo en su homilía, en la misa mayor que se ha celebrado a las 12 h. con la participación de cientos de fieles y miembros del consistorio municipal, con el alcalde a la cabeza, además  del Diputado General de Bizkaia.
Han concelebrado varios presbíteros diocesanos la liturgia se ha desarrollado con la ayuda del equipo de liturgia  de la Basílica formado por un numeroso grupo de mujeres y los cofrades  de Nuestra Señora de  Begoña  que ayudaban al orden y movimiento de fieles por la nave y durante la Comunión.
Al finalizar la eucaristía mons, Iceta  ha recordado a Jon Pertika, fallecido en febrero de este mismo año, fundador del grupo de danza Beti Jai-Alai que cumple  su 50 aniversario. Esta formación artística  ofrece una espatadantza  (danza  vasca con espadas)  en honor de la Virgen de Begoña inspirada  en la melodía del himno popular Begoñako Ama Mari todos los años al finalizar la misa mayor
Misas por la tarde
La primera eucaristía de la tardeha tenido lugar a las 17 h. y la última a las nueve de la noche. El templo permanecerá abierto con la ayuda  de voluntarios de la Cofradía de Begoña.
Informó: Rafael Hernández Urigüen. Textos e imágenes  facilitados  por la Delegación de MCS  de las Diócesis

miércoles, 1 de agosto de 2018

SAN IGNACIO DE LOYOLA Y LA CONVERSIÓN. HOMILÍA DE MONS. JOSÉ IGNACIO MUNILLA EN EL SANTUARIO DE LOIOLA







Con motivo de la celebración de la Solemnidad de San Ignacio, Mons. Munilla ha presidido el 1 de agosto la tradicional Eucaristía a la que acuden las autoridades guipuzcoanas  y numerosos fieles. Tomando pie de la biografía del Patrono de Gipuzkoa, el Obispo de Donostia ha reflexionado sobre el significado actual de la conversión
 La comprensión del concepto de conversión requiere que el hombre moderno sepa ver su libertad como una participación de la libertad de Dios; de manera que la obediencia a la voluntad de Dios no se perciba como una merma de su libertad, o como una despersonalización, sino como la plenitud de la madurez humana.


Ignacio, el converso
Ignazio, bihotz-berritu zena

(Loiola, 2018ko abuztuaren 1)

Jesuiten elkarte maitea, apaiz elkarmeza-emaileok, San Ignazioren zaleok; agur berezia gaur gurekin egon nahi izan duzuen herri agintarioi. Bienvenidos cuantos os habéis acercado a celebrar la fiesta de nuestro Santo Patrono, San Ignacio.
Loiolako San Ignazioren festaburua ospatzen ari gera bere jaiotetxean. Berriki egina dugu gure Elizbarrutiko hainbat gazterekin erromesaldi bat Erromara eta san Ignaziok bere bizitzaren azken urteak igaro zitueneko gelak (camareta deituak) bisitatu genituen. Pozik eta hunkidura handiz ospatu genuen Meza Santua Erromako IESU elizan, gure zaindariaren hilobi-ondoan.
Recuerdo hoy en esta casa donde nació Iñigo, la peregrinación con jóvenes de la Diócesis que acabamos de realizar a Roma, en la que visitamos y celebramos la Eucaristía ante su tumba. El salto de Loyola a Roma puede parecer muy grande; pero en realidad, solo se entiende desde lo acontecido en la habitación de la Casa Torre de Loyola, en la que Iñigo estuvo convaleciente tras ser herido en Pamplona. Me refiero al episodio de su conversión. “Aquí se entregó a Dios Iñigo de Loyola”, podemos leer en una de las vigas de esa habitación, transformada hoy en la que conocemos como “Capilla de la conversión”.
Desgraciadamente, esta Capilla de la Conversión de Loyola es desconocida para muchos de los que viven geográficamente cerca de ella. Impresiona comprobar la cantidad de peregrinos que llegan hasta aquí, incluso desde el continente asiático; mientras que para nuestra cultura secularizada, resulta cada vez más extraño el concepto de conversión, al que se mira con incomprensión y con desconfianza… La cultura dominante parece valorar la espiritualidad como una mera búsqueda de relajación o de paz interior, pero sin un encuentro personal con Dios, y sin que implique una transformación de nuestra vida.
Sí, vivimos en un contexto en el que se difunden falsas espiritualidades, bajo el signo de la llamada Nueva Era. En poco tiempo hemos pasado del “Cristo sí, Iglesia no”, de los años 70, a la “espiritualidad sí, religión no”, del momento presente. La espiritualidad es reducida a una autoayuda, a un producto de consumo; olvidando que el acontecimiento central que da razón de ser al cristianismo, es la iniciativa divina. En la Encarnación y la Redención, el mismo Dios sale al encuentro del hombre perdido, y busca su conversión…
Nuestro Santo Patrono, fue un converso; un alcanzado por Jesucristo, a quien abrió plenamente su corazón. Ojalá la celebración de su fiesta nos familiarice con la llamada a la conversión; clave en la vida de todo cristiano.
Bihotz-berritzea, Kristogana itzultzea, izan zen san Ignazioren bizitzako gertakari oinarrizkoena. Hala begiratzen diogu gaur. Alderdi hori azpimarratu nahi dugu. Bere bihotz-berritzea kontenplatuz, geurearen beharraz jabetzeko; geu ere bidean jartzeko.
Podríamos decir que Dios se hizo el encontradizo con Ignacio por el camino de la introspección; entendiendo de forma adecuada esto último. El aforismo griego que dice “conócete a ti mismo”, es tan interesante como insuficiente, porque el problema estriba precisamente en el cómo hacerlo. Iñigo de Loyola se acercó al conocimiento de sí mismo, partiendo de la vida de Cristo y de la vida de los santos. Es decir, llevó a la práctica la máxima de San Hipólito: “Conócete a ti mismo mediante el conocimiento de Dios, que te ha creado".
De esta manera, Iñigo reflexiona sobre lo que acontece en su mundo interior; agitado, convulso, lleno de contradicciones… Pero lo hace desde los ojos de Jesucristo y bajo el influjo de su gracia, de manera que empieza a operarse poco a poco su conversión; pasando de lo erróneo a lo auténtico, del pecado a la gracia, de lo mundano a lo divino… La conversión supone poner todas sus fuerzas y capacidades al servicio de un Dios que es verdad, bondad y belleza suprema.
La comprensión del concepto de conversión requiere que el hombre moderno sepa ver su libertad como una participación de la libertad de Dios; de manera que la obediencia a la voluntad de Dios no se perciba como una merma de su libertad, o como una despersonalización, sino como la plenitud de la madurez humana. Lo cierto es que…. la mentalidad mundana promete libertad mientras nos esclaviza; mientras que Jesucristo nos pide que abracemos su voluntad, al tiempo que nos libera de tantas esclavitudes.
En la conversión se produce una especie de giro copernicano, en el que dejamos de mirar solo por nuestros propios intereses, para buscar en todo la Gloria de Dios. En palabras del Papa Francisco: “La conversión apunta a estar disponible para los demás”. El lema ignaciano no deja lugar a dudas: “En todo amar y servir”.
Bai, senideok, geure askatasunaren oinarria Jainkoaren deia entzun eta Haren asmoa egitea dela konturatu behar dugu. Eta besteekiko zerbitzuak geure nortasuna sendotzen duela onartu. Munduko ustezko askatasunak lotzen gaituen bitartean, Jainkoarekiko loturak aske egiten gaitu.
Permitidme, queridos hermanos, que este año haga una mención especial a una figura de cuya muerte se cumplen, en esta fiesta de San Ignacio, los 25 años. Me estoy refiriendo al Rey Balduino de Bélgica, fallecido a los 63 años de edad. el 31 de julio de 1993. La oportunidad de esta mención no nace tanto de sus vínculos con nuestra tierra, en la que se sintió tan a gusto, junto a su esposa Fabiola; cuanto de la necesidad de presentar referentes para la vida pública.
El Rey Balduino fue “pastor de su pueblo”, privilegiando a los humildes, pobres y marginados. No fue solamente un rey según el corazón de los hombres; sino, sobre todo, fue un rey según el corazón de Dios. Su testimonio, al anteponer la fidelidad a la conciencia frente a la vorágine del poder, es un referente valiosísimo para nuestros días.
La explicación de su vida austera, sacrificada y humilde, su acompañamiento a los enfermos, su atención a las personas solitarias, sin olvidar el testimonio de su vida matrimonial tan ejemplar como atrayente, solo podían explicarse desde su fidelidad a unos principios superiores. Fue dueño de su voluntad porque fue esclavo de su conciencia. Pudo servir a todos sus súbditos, porque fue primero servidor de Dios. Manifestó con su vida lo que expresa la conocida sentencia de San Agustín: “La verdadera conciencia no emite sus juicios apoyada en las costumbres de la mayoría, sino en la ley del Dios omnipotente”. El secreto del Rey Balduino fue su profunda vida de fe y su anhelo de eternidad.
Su figura, se une a la de los padres fundadores de la Unión Europea (tales como Adenauer, Schuman, o Gasperi), que se caracterizaron por sus profundas raíces cristianas. Sería importante conocer su vida y su legado, para que Europa no termine por convertirse en un cuerpo sin alma.
Guk ere Jainkoaren nahia egitea ardatz harturik eta Jainkoaren aintzarako elkarren zerbitzuan jarririk egiazko bihotz-berritzea iritsi dezagula. San Ignazioren jai honek santutasun-gogo horretan hazten lagun diezagula eta bihotz-berritzeko erabaki sendoan suspertu.


Informó: Rafael Hernández Urigüen.
Textos e imágenes  facilitados por la Delegación de MCS