sábado, 9 de septiembre de 2017

FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU. MONS. MUNILLA CONVOCA A UNA IGLESIA EVANGELIZADORA QUE MIRA TAMBIÉN A LOS PROBLEMAS UNIVERSALES SALIENDO DE LA MEDIOCRIDAD


Mons.  Munilla  con peregrinos  universitarios a Arantzazu
(Foto de  Archivo)






Con  motivo  de  la  Fiesta  de Nuestra  Señora  de Arantzazu, Patrona  de Gipuzkoa,  Mons.  Munilla  ha  pronunciado  una  homilía  haciendo  un llamamiento a revitalizar  la  esperanza impulsando la  evangelización  desde  una  Iglesia  renovada y abierta a los  problemas  con visión universal: El verdadero cambio, tal y como Jesús anuncia en su Evangelio, tiene que ser también –y sobre todo— interior. Se trata de superar la indiferencia, la mediocridad, la desesperanza… y, sobre todo, se trata de abrirnos al milagro del amor.




Aránzazu 2017

        Querida comunidad franciscana, queridos fieles todos. Un saludo especial para las autoridades que habéis querido participar en esta celebración:
        Ayer, fiesta de la Natividad de la Virgen María, celebrábamos en una buena parte de nuestros pueblos la advocación mariana local: El Coro en Donostia, Guadalupe en Hondarribia, Izaskun en Tolosa, Arrate en Eibar, etc. Siguiendo una hermosa tradición, al igual que  el 1 de agosto nos reunimos en el Santuario de Loyola, después de haber celebrado el día anterior a nuestro patrono en cada una de nuestras parroquias; así también celebramos en Aránzazu el 9 de septiembre –el día posterior a la Natividad de María— la advocación mariana de la que es patrona de todos los guipuzcoanos: Nuestra Señora de Aránzazu.
        Sabemos bien que “Virgen María” no hay más que una: María de Nazaret, la Madre del Señor. La existencia de multitud de advocaciones, no es sino una expresión de su empeño por corresponder a la encomienda que Jesús le hizo en la cruz: “¡Ahí tienes a tu hijo!”; al mismo tiempo que es también una expresión de nuestro amor hacia Ella, en correspondencia a las palabras de Jesús al discípulo amado: “¡Ahí tienes a tu madre!”.
        Ella, la madre de Jesús y madre nuestra, Nuestra Señora de Aránzazu, acompaña la historia de nuestro pueblo, la historia de nuestras familias, y nuestra historia personal, en el peregrinar hacia Dios. Digamos que es la madrina de una “boda espiritual”: la unión entre Dios y el hombre; entre Dios y la humanidad.
        Durante el año 2017 estamos celebrando el centenario de las apariciones de María en Fátima (Portugal) en 1917, en un momento crítico de la historia en el que Europa estaba inmersa en la Gran Guerra, y en el que se iniciaba la Revolución Rusa. Dios mediante, en las próximas semanas realizaremos una peregrinación diocesana al Santuario de Nuestra Señora de Fátima, con el deseo de tomar conciencia de su acción maternal en la historia, y expresarle nuestra gratitud por su fidelidad en su compromiso materno.
Por otro lado, iniciamos el Curso Pastoral 2017-2018, en el que, entre otros aspectos, destacamos el objetivo de adaptarnos a un nuevo momento, en el que tenemos el reto de simplificarnos, purificarnos, formarnos, sacrificarnos, orar, discernir… y, en definitiva, convertirnos. La mejor manera (en realidad, la única manera) de vivir el reto de la comunión y de la evangelización, es nuestra conversión personal. No somos tan ingenuos como para pensar que cambiando nuestras estructuras vayamos a ser capaces de renovar la vida de la Iglesia. El verdadero cambio, tal y como Jesús anuncia en su Evangelio, tiene que ser también –y sobre todo— interior. Se trata de superar la indiferencia, la mediocridad, la desesperanza… y, sobre todo, se trata de abrirnos al milagro del amor.
Lo anterior no obsta para que también abordemos las necesarias adecuaciones estructurales y realicemos el discernimiento necesario sobre nuestras orientaciones pastorales. Así, por ejemplo, en este curso nos disponemos a: 1.- Reestructurar la Diócesis en 6 arciprestazgos (anteriormente eran 13), con el objetivo de que esta simplificación nos haga más efectivos.  2.- Constituir un nuevo Consejo Pastoral Diocesano para el próximo quinquenio, con el deseo de impulsar la participación de todos los miembros de nuestra Diócesis, poniendo los diversos dones y carismas al servicio de todos. 3.- Elaborar un nuevo Marco Pastoral Diocesano, que enriquezca el documento anterior de «Una Iglesia al servicio del Evangelio», desde las intuiciones que el Papa Francisco nos ofreció en «Evangelii Gaudium».
        Pero la vida de la Diócesis tiene los horizontes abiertos más allá de nuestras fronteras. De hecho, estamos viviendo en estrecha comunión el viaje apostólico que el Papa está realizando a Colombia. No cabe duda de que nos gustaría poder disfrutar de la presencia del Papa en nuestra tierra, y que visitase Loyola u otros lugares emblemáticos de nuestra geografía, como hizo en su día San Juan Pablo II. Pero, no solo entendemos, sino que valoramos positivamente la opción realizada por el Papa Francisco de priorizar lo que él designa como las “periferias”. La presencia del Papa Francisco en Colombia es un respaldo al anhelo de paz que anida en el corazón de todos los hombres de buena voluntad, además de un signo de preocupación por el pueblo vecino venezolano que sufre por falta de libertad.
        Sí, no lo dudemos, uno de los métodos más eficaces para nuestro crecimiento espiritual es el de acercarnos con prontitud a las periferias de la vida y del mundo, superando la tendencia a empobrecernos, centrándonos en nuestras pequeñas burbujas. Se trata, como dice el Papa Francisco, de “salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (EG 20).
        Mi última palabra es para invitaros a ofrecer la eucaristía de hoy por la resolución de la situación existente en este momento en Cataluña. Hago mías las palabras del Arzobispo Cardenal de Barcelona, quien en su carta dominical de este fin de semana manifiesta: “Oremos también por las personas que tienen la responsabilidad de la tarea pública, de la gestión del bien común y de la convivencia social. La Iglesia quiere estar al servicio de este pueblo y ser, dentro de éste, fermento de justicia, fraternidad y comunión. Desde el ámbito de mi responsabilidad pastoral ante la comunidad católica y con el deseo de que mi humilde palabra pueda llegar a toda la sociedad, animo a todos a avanzar por el camino del diálogo y del entendimiento, del respeto y de la no confrontación, ayudando a que nuestra sociedad sea un espacio de fraternidad, de justicia, de libertad y de paz. Que la sensatez y el deseo de ser justos y fraternos nos guíe a todos.
        Que nuestra Señora de Aránzazu nos ayude a nosotros y a nuestras familias, a mantenernos fieles en la fe, en la esperanza y en la caridad.


Arantzazu 2017

Querida comunidad franciscana, queridos fieles todos. Un saludo especial para las autoridades que habéis querido participar en esta celebración:
Atzo, Maria Birjinaren Jaiotza egunez, tokian-tokiko Amaren jaia ospatu zen herri askotan: Koruko Ama Donostian, Guadalupe Hondarrbian, Izakun Tolosan, Arrate Eibarren eta abar. Abuztuaren 1ean, bezperan parrokietan gure zaindaria ospatu ondoren Loiolako Santutegian bildu ohi garen moduan, Arantzazun biltzen gara Mariaren Jaiotza ospatu ondoren irailaren 9an, gipuzkoar guztion zaindari den Ama ospatzeko: Arantzazuko gure Andre Maria.
Ondo dakigu ez dela “Ama Birjina” bat besterik: Nazareteko Maria, Jaunaren Ama. Amaren izen asko, ospakizun asko izatea ez da Jesusek gurutzetik emandako eginkizunari erantzun nahiaren agerpena besterik: “Horra hor zure semea!”; baita Amarenganako gure maitasuna adierazteko modua ere, Jesusek ikasle maiteari esandako hitzei erantzunez: “Horra hor zure Ama!”.
Arantzazuko Andre Mariak, Jesusen ama eta gure ama denak, gure herriaren historian parte hartzen du, baita gure familien historian eta gutako bakoitzarenean ere Jainkoaganako gure erromesaldian. “Espirituzko ezkontza” baten amandre dugu: Jainkoaren eta gizakiaren, Jainkoaren eta gizadi osoaren arteko batasunaren amandre, babesle.
2017. urtean Maria Fatiman (Portugalen) agertu zeneko mendeurrena ospatzen ari gara; 1917an gertatu zen hori: Europa Gerra Handian murgildua eta Rusia Iraultzaren hasieran, une historiko kritikoan hain zuzen ere. Jainkoa lagun, elizbarrutiko erromesaldia izango dugu laster Fatimako Santutegira, historian agertzen duen ama-babesaz jabetu eta bere amatasunaren leialtasuna bihotzez eskertzeko asmoz.
2017-2018 Pastoral Ikasturtea hastera goaz. Bertan egoera berri bati egokitu behar dizkiogu egiturak eta bihotza; erronka dugu: soiltzeko, arazteko, heziteko, saiatzeko, otoitz egiteko, bereizmena lantzeko… hitz batean, bihotz-berritzeko. Komunioaren eta ebanjelizatzearen erronka bizitzeko erarik bikainena (egiazki, era bakarra) geure bihotz-berritze pertsonala da. Badakigu egiturak aldatuz Elizaren bizitza berritzeko gai izango garela pentsatzea inozokeria dela. Egiazko aldaketak, Jesusek Ebanjelioan dioen moduan, barne-aldaketa izan behar du, nagusiki. Axolagabekeria, erdipurdikokeria, itxaropenik eza garaitzea da kontua, eta, bereziki, maitasunaren mirariari bihotza zabaltzea.
Hori hala izanik ere, beharrezkoa da egituren egokitzapena ere, baita gure pastoral irizpideei buruzko bereizmena edo dizernimentua egitea ere. Honela, ikasturte honetan hau egitera goaz: Lehenengo, Elizbarrutia sei artziprestaldeetan berregituratzea (13 ziren orain arte), eraginkorrago izatea da soiltze honen helburua. Bigarren, Elizbarrutiko Pastoral Kontseilu berria eratzea datorren bosturtealdirako, Elizbarrutiko kide guztien parte hartzea bultzatuz, dohain eta karisma desberdinak guztien zerbitzura jarriz. Hirugarren, Elizbarrutiko Pastoral Eredu berria prestatzea, lehendik dugun «Eliza Ebanjelioaren Zerbitzura» izeneko dokumentua Frantzisko Aita Santuak «Evangelii Gaudium» agirian adierazitakoekin aberastuz.
Gure Elizbarrutiko bizitzak ordea, ortzemuga zabala du, gure mugak gainditzen dituena. Izan ere, Aita Santua Kolonbiara egiten ari den bidaia apostolikoa arretaz eta batasunean bizi dugu. Jakina nahiko genukeela Aita Santua gugana etortzea eta San Joan Paulo II.ak egin zuen moduan Loiola edo gure lurraldeko beste tokiren bat bisitatzea. Baina, ulertzen dugu eta pozik onartzen Frantzisko Aita Santuak lehentasuna ematen diela munduko “periferiei”. Frantzisko Aita Santua Kolonbiara joateak gogo honeko gizaki guztien bihotzean dagoen bake-nahia ahuspotzen du; eta askatasun falta nozitzen duen Venezuelako herriarekiko arreta ezaugarri ere bada.
Noski, ez dezagun zalantzarik izan: gure espiritu-hazkunderako biderik eraginkorrenetakoa bizitzaren eta munduaren periferietara bizkor gerturatzea da, geu pobretzeko joera gaindituz, gure burbuila txikietan geratu gabe. Aita Santuak dioen moduan “geure erosotasunetik atera eta Ebanjelioaren argia behar duten periferietara joaten ausartzea” da kontua (EG 20).
Meza honetako otoitza Katalunian bizi duten egoera konpontzeko eskaintzera gonbidatzen zaituztet. Bartzelonako Kardinal Artzapezpikuak bere asteroko gutunean esandako hitzak ekarri nahi ditut gogora horretarako: “Betebehar publikoaren, guztion ongia eta elkarbizitza kudeatzearen ardura dutenen alde ere otoitz egin dezagun. Elizak herri honen zerbitzuan egon nahi du, eta beronen baitan justiziaren, senidetasunaren eta batasunaren legami izan. Elkarte katolikoaren aurrean dudan ardura pastoralean eta nire hitz apala gizarte guztiari irits dakiokeen gogoz, elkarrizketaren eta ulermenaren, errespetuaren eta konfrontazio ezaren bidean aurrera egitera eragin nahi dut, gure gizartea senidetasun, justicia, askatasun eta bake esparru izan dadin lagunduz. Zentzu onak eta zuzenak eta senide-jarreradunak izan nahiak gida gaitzala guztiok”.
Arantzazuko Amak lagun diezagula guri eta gure familiei fedean, itxaropenean eta karitatean leial irauten.

Informó:  Rafael  Hernández  Urigüen.  Textos  facilitados  por  la  Delegación  de MCS  del Obispado  de  Donostia-San Sebastián. Imágenes: Rafael  Hernández  Urigüen



domingo, 3 de septiembre de 2017

CARTA PASTORAL DE MONS. JUAN CARLOS DE ELIZALDE, OBISPO DE VITORIA GASTEIZ, CON MOTIVO DEL COMIENZO DE CURSO


 Iglesia en Salida







EL OBISPO DE  VITORIA  GASTEIZ PROPONE  CUATRO OBJETIVOS  PASTORALES PARA  EL  CURSO  QUE  COMIENZA 


La carta   se desarrolla  en  cuatro  apartados  temáticos 



-Experiencia de Dios

 -Comunión eclesial
 
-Alegría evangélica


-Opción por los pobres




Reproducimos  el  texto  completo:





De una parroquia de mantenimiento a una parroquia misionera


“Id pues y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos”. Mateo 28, 19-21
“De una parroquia de mantenimiento a una parroquia misionera”, de James Mallon, en BAC Pastoral, ha sido mi libro del verano. Recomendable para todas las edades y vocaciones. Imagino que el título coincide con el deseo de la mayoría de la Diócesis y más en este curso pastoral en el que abordaremos el Plan Diocesano de Evangelización y en cuyo primer trimestre quedarán constituidos el Consejo Pastoral Diocesano y el Consejo Presbiteral. Es, desde luego, el tema que ha rondado mi corazón durante estos meses. Compartí con toda la Diócesis mis impresiones sobre el final del curso pastoral al comienzo del verano y quiero compartir ahora mis deseos al final del mismo, antes de estrenar el curso 2017-2018.
Mis deseos para toda la Diócesis hablan de:
  1. Experiencia de Dios

La Iglesia existe para evangelizar transmitiendo la experiencia de filiación de Jesús Hijo de Dios. En los días del Camino de Asís con los jóvenes — mis vacaciones y muy a gusto — nos sumergimos en la experiencia de Francisco y Clara. Estaban tan llenos de Dios que transformaron la Iglesia de su tiempo porque su corazón se había transformado. La gente a su lado cambiaba de vida y se hacía mejor. Mallon dice que en las comunidades de mantenimiento no suele haber cambios de vida, conversiones o decisiones valientes. Resuena la voz del Papa Francisco en Evangelii Gaudium 25: “Ya no nos sirve una simple administración. Constituyámonos en todas las regiones de la Tierra en un estado permanente de misión”.
La experiencia de Dios, la oración profunda y la transformación del corazón, no pueden ser privilegio de unos pocos. A esto está llamada toda la comunidad cristiana y más los miembros que tienen responsabilidades pastorales. Si no, se quemarían gastados generando esterilidad.
El Servicio Diocesano de Animación Bíblica de la Palabra con sus sesiones semanales, su trabajo on line, sus retiros y sus actividades puntuales es una realidad espléndida en este sentido. Igualmente, las distintas iniciativas oracionales de tantas parroquias, unidades pastorales, arciprestazgos y comunidades. Reitero el deseo de dar a conocer estas iniciativas a través del Secretariado Diocesano Medios de Comunicación Social y de la página web.
Tengo especial ilusión este curso en el “Equipo de Espiritualidad” constituido el año pasado para impartir Ejercicios Espirituales, retiros y experiencias de oración para toda la diócesis. Es un equipo plural e ilusionado: un escolapio, un salesiano, 2 de San Viator, 3 sacerdotes, una religiosa de Nevers y 2 laicas. Lógicamente yo he renunciado a dar Ejercicios fuera de la Diócesis, pero pienso seguir privilegiándolos en nuestra diócesis y coordinando este equipo. Se anunciará con precisión en www.diocesisvitoria.org y ya en este trimestre habrá una tanda en el puente del Pilar para los jóvenes y en el puente de la Inmaculada para los adultos. El Seminario ya dispone de 18 habitaciones más, así que se trata de sensibilizar a todas las parroquias y comunidades.
La conversión pastoral de la que habla el Papa presupone la conversión personal y por eso todos los puentes y recursos para que ésta ocurra son pocos. Sin la experiencia de Dios, sin la transformación del corazón, nos quedamos en rituales, tradiciones, organizaciones burocráticas y mantenimiento de edificios. Lo de aquel sacerdote generoso que se fue secando: “Lo que hacía me deshacía”.
  1. Comunión eclesial

Sólo en las comunidades donde hay comunión eclesial y amor a la Iglesia hay vida, crecimiento y futuro. Donde no hay comunión eclesial prima la ideología, los personalismos y los prejuicios, siendo el resultado el cansancio y la tristeza. La Diócesis de Vitoria está abierta de par en par a todos los carismas en comunión con la Iglesia. Reconoce que todos somos necesarios y que nos necesitamos unos a otros porque nadie agota la riqueza de la fe. Juntos nos completamos, nos enriquecemos y nos animamos. Quien tiene y alimenta su propia identidad se alegra de las diferencias porque se trata de sumar y no de restar.
El conflicto es parte de la vida y también de la vida de la Iglesia. S. Pablo relata su fuerte discusión con San Pedro en Antioquia en Gálatas 2, 11-13. Sólo se pueden permitir el lujo de discutir así si comparten una misma pasión por Cristo y por su Iglesia. Sé muy bien que cualquier decisión de quien tiene autoridad provoca críticas.
Como hasta ahora, hechas las debidas consultas, con el consejo de mis vicarios y tras el oportuno diálogo, yo seguiré tomándolas y seguiré estando cercano para quien quiera pedirme explicaciones. No temo las diferencias si son entre quienes compartimos la pasión por Cristo y por su Iglesia. Desde la fe, hemos de tener el coraje de poner al descubierto nuestras discrepancias con el ánimo de unir corazones y voluntades en la búsqueda de la voluntad de Dios. La obediencia de la fe siempre está imbuida de oscuridad, pues nadie obedece directamente a Dios, sino que su voluntad siempre aparece mediada, y estas mediaciones llevan la carga de la finitud y de la concreción.
Este curso espero mucho de los Encuentros sacerdotales de diálogo, de los foros para la elaboración del Plan Diocesano de Evangelización y de las Celebraciones comunes a toda la Diócesis. Tendremos este curso muchas ocasiones de vernos, tratarnos y de seguir conociéndonos y queriéndonos. Seguiré reuniéndome con los jóvenes que no tienen Eucaristía de referencia los domingos a las 19:30 en San Miguel. Vamos a seguir facilitándoles los puentes. Como suelo ser bastante fiel a la cita, la gente ya sabe también dónde encontrarme. Varias veces en mis cartas he insistido y motivado la celebración de la Eucaristía de la familia en todas las parroquias o unidades pastorales. En la Visita Pastoral que iniciaré pronto elegiré esa Eucaristía para compartirla con la comunidad. La Misa de Familias de la Catedral Nueva los domingos a las 12:30 no es una iniciativa diocesana sino de la propia Parroquia María Inmaculada que está haciendo un gran esfuerzo por potenciar la pastoral familiar de su comunidad. En dicho templo se seguirán haciendo las convocatorias que se prevean más multitudinarias como la del día del Corpus Christi, este año con una participación sin precedentes.
Eukaristia da kristauok izan dezakegun altxorren gorena. Behar dugu giro aproposa zakonki bizitzeko.
  1. Alegría evangélica

El Papa Francisco ha inaugurado una etapa pastoral marcada por la alegría. Ya os he contado que cuando recién nombrado obispo le saludé en la plaza de San Pedro, él me gastó una broma y al reírme, me dijo: “¡Hombre, un obispo alegre! Nuestras comunidades tienen un ánimo muy bajo. ¡Los pastores estamos para levantar el ánimo de las comunidades!” Yo soy alegre y habitualmente vivo contento. Sé que en ello tiene mucha parte mi familia, mi carácter y mi historia, pero sé que la fuente de mi alegría está recogida en mi lema episcopal, por otra parte, compartible con todos vosotros y con los mismos derechos: “Tú eres mi hijo amado”. Marcos 1,11. Éste es el verdadero motivo de la irreprimible alegría cristiana que nadie nos puede arrebatar. La certeza de que Dios te ama incondicionalmente me gustaría que fuera el hilo conductor del curso y el alma de nuestra diócesis.
Zure eskuetan jartzen gara. Iluntasunean dabiltzanei argi egiteko eta jota daudenak bizi berritzeko, zure fedearen lekuko egin gaitzazu. Mundu honetan adiskidetasuna ereiteko, zure maitasunaren lekuko egin gaitzazu.
Esta alegría yo la capto especialmente en los jóvenes, tan ajenos a los cotilleos eclesiásticos. En las familias, la alegría suele venir por el relevo generacional, los niños y los jóvenes, y si no hay relevo la familia se acaba. Algo así pasa en nuestras comunidades. Nuestros jóvenes cristianos están lógicamente volcados al futuro. Entienden lo que el Papa escribió a mano para el Cónclave: “Un Iglesia que no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces enferma”. Ha dicho muchas veces que las Iglesias pobres suelen ser alegres y que las ricas son tristes y autorreferenciales porque “el bienestar pesa” (Cardenal Martini). La Iglesia de Vitoria quiere ser Iglesia en salida y hacia los pobres y por ello quiere privilegiar la pastoral vocacional; porque nos va en ello nuestro futuro y eso supone seguir trabajando mucho y con mucha alegría. Os dije que llamaría a todas las puertas y así lo estoy haciendo. Trataré de dedicar lo mejor de mis esfuerzos y de los de la diócesis a seguir promoviendo una cultura vocacional. Cada vez me voy encontrando con más colaboradores y más entusiastas. Pero ¿sabéis qué es lo que más frena esta alegría, motor del movimiento vocacional y fuente de un trabajo inagotable?: el cotilleo eclesiástico.
Así hablaba el Papa Francisco en una homilía en Santa Marta el 18 de mayo de 2013:
“¡Cuánto se chismea en la Iglesia! ¡Cuánto chismeamos nosotros los cristianos! En el chisme es propio despellejarse, ¿no? Es maltratarse el uno al otro. ¿Como si se quisiera disminuir al otro, no? En lugar de crecer yo, hago que el otro sea aplanado y me siento muy bien. ¡Esto no va! Parece agradable chismear… No sé por qué, pero sienta bien. Como un caramelo de miel, ¿verdad? Te comes uno —¡Ah, qué bien! —Y luego otro, otro, otro, y al final tienes dolor de estómago. ¿Y por qué? El chisme es así: es dulce al principio y luego te arruina, ¡te arruina el alma! Los chismes son destructivos en la Iglesia, son destructivos… Es un poco como el espíritu de Caín: matar al hermano, con su lengua; ¡matar a su hermano… Hacemos tres cosas… El cristiano no difama ni calumnia: Primero desinformarnos, decir solo la mitad que nos conviene y no la otra mitad; la otra mitad no la decimos porque no es conveniente para nosotros. En segundo lugar, está la difamación: Cuando una persona realmente tiene un defecto, y ha errado, entonces contarlo, “hacer de periodista”… ¡Y la fama de esta persona está arruinada! Y la tercera es la calumnia: decir cosas que no son ciertas. ¡Eso es también matar a su hermano! Todas estas tres —la desinformación, la difamación y la calumnia— ¡son pecado! ¡Este es el pecado! Esto es darle una bofetada a Jesús en la persona de sus hijos, de sus hermanos… Es por eso que Jesús hace con nosotros como lo hizo con Pedro cuando lo reprende: “¿A ti qué te importa? ¡Tú sígueme!” Juan 21,22. El Señor realmente nos “señala el camino”…El chisme no te hará bien, porque te llevará a este espíritu de destrucción en la Iglesia”.
La Iglesia de Vitoria tiene cauces dignos de expresión y de contraste en un sano espíritu crítico. Yo soy el primero en estar abierto a todo diálogo y en todo momento. Estoy muy contento de los cambios sacerdotales en este primer año, aunque soy consciente de que algunos sobre todo han ido acompañados de dolor. Yo, gracias a Dios, también he sufrido y mucho. En todos ha habido un deseo del mayor bien para las comunidades y para los propios pastores. Allí donde eso no se perciba tan claramente no tengo ningún inconveniente en manifestar, hasta donde la discreción permita, las razones que, debidamente aconsejado, me han movido a ello y el diálogo que por mi parte ha habido y hay en todo momento.
  1. Opción por los pobres

Los sacerdotes que están cambiando de comunidad estos días entienden muy bien lo que conlleva la pobreza evangélica. Por el envío del Obispo, mediación del envío del Señor, dejan sus seguridades y se aventuran a un futuro incierto en el servicio a su pueblo. Las celebraciones de Inicio de Ministerio ayudan a los nuevos párrocos a reestrenar el sacerdocio y a las comunidades a renovarse. Me están impresionando también las Hermanitas de los Pobres cuya partida de Vitoria lamentamos. Su servicio a los pobres es tal que, siendo ellas las que más sufren esta salida lo hacen con alegría siguiendo al Señor y sin saber a dónde irán. Son realmente pobres. No hay pobreza sin disponibilidad.
Es peligroso acostumbrarse a un discurso teológico correcto sobre la pobreza y mantener a la vez actitudes ricas, prepotentes e inmisericordes y una vida cómoda y burguesa. Se nos puede llenar la boca hablando de los pobres, pero a nuestro lado los pobres en amor, en carácter, en suerte, en atractivo, en cultura, en sensibilidad religiosa y también en dinero, a nuestro lado esos pobres se nos pueden hacer invisibles. No basta derivar los “casos” a las instituciones eclesiales que en la diócesis lideran la lucha contra la pobreza. La atención de la Iglesia al pobre no es sólo como la atención del Ayuntamiento, la Diputación, o el Gobierno Vasco. La cercanía de los pobres nos tiene que hacer mejores, más buenos, humildes y agradecidos.
Me está ayudando mucho estos días el “repaso” de la Evangelii Gaudium y en concreto de los temas sociales que a mí me toca abordar en la Conferencia Episcopal. Dice, por ejemplo:
“Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica… Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos… Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos. La nueva evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia. Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos… Puesto que esta Exhortación se dirige a los miembros de la Iglesia católica quiero expresar con dolor que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria”.
Me gustaría secundar las palabras de Jesús: “Rema mar adentro y echad vuestras redes para la pesca”. Lucas 5,4. Tenemos ante nosotros un curso pastoral apasionante. Que antes de reiniciar la faena tengamos conciencia agradecida de Quién nos envía y con quién. ¡Ojalá haya pesca abundante! Yo tengo más ganas que nunca de seguir trabajando pastoralmente a fondo y de acompañaros. Juntos vamos a concretar, como lo está haciendo la Iglesia, qué es pasar del mantenimiento a la evangelización, pero la actitud personal nace del propio corazón y ahí, con el Señor, sólo tú tienes algo que decir. Cómo está tu corazón no depende del Plan de Evangelización ni del momento diocesano. Sólo uno es responsable de su propio corazón. Y eso sí marca la familia, la parroquia o la comunidad. Estoy a vuestra disposición y abierto a vuestras sugerencias. Nos encomendamos todos. Zure otoitza nire alde eskatzen dizut.
Un abrazo con todo mi afecto y mi bendición
+Juan  Carlos Elizalde,  Obispo de  Vitoria

Informó: Rafael  Hernández  Urigüen.  Textos  e imágenes  facilitados  por la  Delegación  de  MCS  de la  Diócesis  de  Vitoria- Gasteiz



NI YIHADISMO NI RELATIVISMO. ARTÍCULO DE MONS, JOSÉ IGNACIO MUNILLA, OBISPO DE DONOSTIA, SAN SEBASTIÁN











YIHADISMO, NO; RELATIVISMO, TAMPOCO


A propósito de los atentados en Cataluña, como ha sucedido cada vez que el terrorismo yihadista ha actuado dentro de las fronteras europeas, se ha reabierto el debate sobre el influjo de la fe religiosa en la paz mundial. He seguido con interés las diversas reflexiones que se han publicado, y aunque no creo que la mía vaya a resultar novedosa, pretendo, al menos, ser pedagógico en mi exposición.
En las redes sociales hemos sido testigos, una vez más, de los ataques habituales a todo tipo de fe religiosa, por parte del ateísmo más agresivo; quien considera que la fe en una verdad suprema es la raíz de todo fundamentalismo y el germen de la violencia mundial. Este ateísmo radical sostiene que el mundo sería más pacífico sin religiones, tal y como expresaba la conocida canción “Imagine” de John Lennon: “Imagina un mundo sin motivos para matar o morir, sin religión alguna. Imagina a todas las gentes viviendo sus vidas en paz”.
Sin embargo, John Lennon ignoraba que mientras él cantaba esa canción, el ateísmo estaba siendo la bandera más utilizada en el siglo XX para justificar el exterminio de millones de personas en el mundo entero. En efecto, la consideración de la fe religiosa como “opio del pueblo”, llevó a un holocausto de multitud de inocentes…
Sin embargo, tampoco sería equilibrado afirmar que el ateísmo haya sido la causa de la violencia mundial. En realidad, tanto la fe como el ateísmo no han sido sino un mero pretexto para el ejercicio de la violencia. Matar en nombre de un dios, en nombre de la revolución, o en nombre de la libertad, además de un asesinato, es una mentira. Una mentira que busca dignificarse encubriéndose en supuestos ideales, de los que en realidad carece. La verdad resulta ser bien distinta: detrás de la violencia se esconde un odio que suele tener su raíz en las inseguridades y los miedos del violento, además de en su falta de sensibilidad hacia el prójimo.
         Pero en los círculos intelectuales que marcan la línea de pensamiento en nuestro entorno cultural europeo, la reacción más habitual no es la del ateísmo radical, sino la del relativismo. Los “Charlie Hebdo” de turno (que también entre nosotros tienen sus emuladores) no dejan de ser un grupo social marginal. Por el contrario, el relativismo es cuasi omnipresente, y pretende hacer una reinterpretación del hecho religioso, afirmando que todas las religiones son iguales, y que su único valor objetivo está en el bien subjetivo que puedan ofrecer a sus adeptos.
         ¿En qué se traduce esto en lo que al cristianismo se refiere? Las repercusiones son muy concretas: El Evangelio no debiera de ser predicado ni acogido como la revelación de Dios en Jesucristo, sino solamente como unos principios inspiradores que ayuden a humanizarnos; es decir, a ser mejores personas. Jesucristo no habría pretendido fundar la Iglesia, sino que su intención habría sido simplemente la de predicar el Reino de Dios. La única manera de construir el encuentro interreligioso sería la renuncia por parte de la Iglesia Católica a su conciencia de ser depositaria del mensaje de Jesucristo, el revelador del Padre, el Hijo del Dios vivo. En cuanto a la moral se refiere, el relativismo requeriría de la fe católica su renuncia a predicar los mandamientos de la ley de Dios como normas morales objetivas, para pasar a predicar una moral autónoma, en la que la conciencia sería la fuente misma de la verdad moral.
         En definitiva, para que el relativismo otorgue el marchamo de políticamente correcto a la religión cristiana, se requeriría renunciar a una religiosidad que configure verdaderamente nuestra vida, limitándose a inspirar vagamente nuestra existencia. Por otro lado, la obediencia a la voluntad de Dios habría de ser sustituida por el cultivo de los valores espirituales que anidan en nuestra interioridad, etc.
         En conclusión, el relativismo aprovecha la sombra del yihadismo, para poner bajo sospecha de fundamentalismo a la fe cristiana que cree en una revelación histórica y objetiva. Permítaseme una ironía en esta exposición. Es como si nos atreviésemos a corregir a la Virgen María en la expresión de su “fiat” (“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”); exigiendo una reformulación en términos políticamente correctos: “Estoy abierta a la trascendencia en la medida en que me haga sentirme realizada”.
         Traigo a colación unas palabras deliberadamente silenciadas del Papa Francisco: “También el relativismo hiere mucho a las personas: todo parece igual, todo parece lo mismo”. Sin duda, uno de los mayores éxitos que podría alcanzar el yihadismo es el de generar o reforzar una corriente de pensamiento relativista, hasta el punto de requerirnos a los cristianos una reformulación de nuestra fe… Sin embargo, ¿acaso no ha demostrado sobradamente la Iglesia Católica, tras el Concilio Vaticano II, que se puede creer con firmeza en Jesucristo como la revelación de Dios y en la Iglesia como portadora de esa revelación, al tiempo que la misma Iglesia Católica se ha convertido en el panorama internacional en un instrumento de encuentro entre culturas y religiones, así como en uno de los principales agentes e interlocutores de la paz? La alternativa al yihadismo no puede ser ni el materialismo ateo, ni el relativismo de una religión hecha a nuestra medida. El yihadismo se sentiría muy cómodo teniendo a ambos como adversarios. ¡Nuestro relativismo sería su victoria!

JIHADISMOA EZ; ERLATIBISMOA ERE EZ


Terrorismo jihadistak Europan jo duen bakoitzean gertatu den bezala Kataluniako atentatuak ere erlijioak munduko bakean duen eraginaren inguruko eztabaida ireki du. Argitaratu diren gogoetak hurbiletik jarraitu ditut eta hona hemen nirea; berria baino, pedagogikoa izatea dut helburu.
Sare sozialetan berriz ere zabaldu dira ateismo oldarkorrenak era guztietako erlijioen aurka zuzendutako erasoak; fedea, fundamentalismo ororen iturri eta mundu mailako bortizkerien jatorria dela sostengatzen dutenak hain zuzen. Erradikal hauen esanetan, mundua lasaiagoa eta baketsuagoa litzateke erlijiorik gabe. Ildo horretatik doa esaterako, John Lennonen “Imagine” abestia: “Pentsatu erailtzeko edo eta hiltzeko arrazoirik gabeko mundua, inolako erlijiorik gabea. Pentsatu jende guztiak euren bizitzak bakean bizitzen”.
John Lennonek ez zekien ordea, XX. mendean zehar ateismoa bera izan dela milioika pertsona akabatzeko erabilitako ikurrik zabalduena.  Hala da bai, erlijioa “herriaren opioa” zela usteak errugabe pilaren holokaustoa ekarri zuen…
Bestalde, ez da zilegi ateismoa mundu mailako indarkeriaren zergatia izan dela esatea. Bai fedea, baita ateismoa ere, biolentzia erabiltzeko aitzakia baino ez dira izan. Jainko baten izenean, iraultzaren izenean edo eta askatasunaren izenean erailtzea, erailketaz gainera gezurra ere bada; Hau da, izatez ez dituen idealetan oinarria bilatzen duen gezurra da. Egia baina, oso bestelakoa da: indarkeriaren atzean, erasotzailearen zalantzak eta beldurrak daude eta baita lagun hurkoarekiko sentsibilitate eza.
         Dena dela, gure kultur-ingurune europarraren pentsamendua zuzentzen duten talde intelektualetan ez da ateismoa ildo nagusia, erlatibismoa baizik. Unean uneko “Charlie Hebdo” ezberdinak (gurean ere badira halakoak) giza talde txikiak dira; gutxiengo argia. Aitzitik, erlatibismoa nonahikoa bihurtu zaigu ia-ia eta ekintza erlijiosoaren inguruko berrirakurketa egitea du helburu. Erlatibisten aburuz, erlijio guztiak berdinak dira eta horien balio objektibo bakarra sinesleei ekar diezaieketen onura subjektiboa da.
         Kristautasunari dagokionez, pentsamendu honek zera uste du: Ebanjelioa ez genuke ulertu beharko Jainkoak Jesu kristoren bitartez zabaldutako errebelazioa bezala, gizatasunerako bidean lagungarri izan dakizkigukeen oinarri inspiratzaile moduan baizik. Hau da, pertsona hobeak izateko tresna bezala. Ildo berean, Jesu kristoren helburua ez zen Eliza sortzea, Jainkoaren erreinua aldarrikatzea baino. Honenbestez, erlijioen arteko topaketa sortzeko, ezinbestekoa litzateke Eliza Katolikoak bere izaerari uko egitea; hau da Jesu kristoren, Jainkoaren semearen mezuaren eta Aitaren errebelazioaren hartzaile eta gordeleku izateari uko egitea. Eta moralari dagokionez ere, fede katolikoak Jainkoaren legearen aginduak arau moral objektibotzat hartu eta zabaltzeari uko egin beharko lioke eta horren lekuan, norberaren araberako beregaineko morala zabaldu, non kontzientzia izango litzateke egi-moralaren iturri bera.
         Laburbilduz, erlatibismoarentzat Kristau erlijioa onargarria eta  “politikoki zuzena” izan dadin, gure bizitza egiaz itxuratzeari utzi beharko lioke eta gure izaera modu arinean argitu edo inspiratzeko modu soila izan beharko luke. Eta Jainkoaren nahiari zor diogun obedientziaren lekuan, norberaren barruko balore espiritualak nagusituko beharko lituzke…
         Azken finean, erlatibismoak egiten duena zera da: errebelazio historikoa eta objektiboa oinarrian duen kristau fedea kolokan jartzeko erabiltzen du jihadismoaren itzala.
Ironiara jotzea utziko didazue: erlatibismoaren arabera, Ama Birjina bera zuzentzeko ausardia ere izan beharko genuke eta haren “fiat”-a (“Hona hemen Jaunaren mirabea. Gerta bekit zuk esan bezala”) aldatu eta politikoki zuzena egiteko berridatzi beharko genuke: “Transzendentziara irekita nago, pertsona bezala errealizatua sentitu arazten nauen neurrian”.
         Zentzu honetan, Frantzisko Aita Santuaren hitzak azpimarratu nahi ditut:  “Erlatibismoak ere jende askori eragiten dizkie zauriak: dena dirudi berdina, denak dirudi gauza bera”.
Eztabaidarik gabe jihadismoaren lorpen handia litzateke kristauoi gure fedea eraldatu eta berridaztera behartu diezagukeen pentsamendu erlatibista indartu eta zabaltzea… Baina ez al du ba Eliza Katolikoak Vatikanoko II. Kontziliaren ostean behin eta berriz erakutsi fedea eta bakea bat egiten dituela? Hain zuzen, Jesu kristo Jainkoaren errebelazioa dela eta Eliza Katolikoa errebelazio horren gordeleku eta eramailea dela sinesten dugu eta aldi berean nazioarte mailan kultura eta erlijio ezberdinen topaleku eta bake iturri eta eragile nagusienetakoa dugu Eliza.
Hartaz, jihadismoari aurre egiteko bidea ez da materialismo fedegabea, ez eta gure neurrira egindako erlijio baten erlatibismoa ere.  Jihadismoa oso eroso izango litzakete biak arerio izanda. Gure erlatibismoa, haren garaipena!

Informó:  Rafael  Hernández  Urigüen. Textos  facilitados  por la  Delegación de MCS  de la  Diócesis