sábado, 28 de noviembre de 2015

DISCURSO DE MONS MUNILLA A LA COMUNIDAD MUSULMANA DE GIPUZKOA




  










Este sábado 28 de noviembre se ha inaugurado en San Sebastián-Donostia el Centro Cultural Islámico de Gipuzkoa, con la presencia del alcalde  de la ciudad y de Mons. José Ignacio Munilla que se ha dirigido con unas palabras cercanas y sinceras a los musulmanes presentes. En su  discurso se resalta la riqueza del encuentro intercultural sin perder la fidelidad a la propia identidad cultural y religiosa, el apoyo de la Iglesia a que las comunidades musulmanas puedan desarrollar su culto en nuestro Territorio y la petición de reciprocidad para que los cristianos dispongan de libertad religiosa en los países musulmanes


DISCURSO DEL OBISPO DE SAN SEBASTIÁN DONOSTIA EN LA INAUGURACIÓN DEL CENTRO CULTURAL ISLÁMICO DE GIPUZKOA






Querida Comunidad Islámica de Gipuzkoa:


Nos congratulamos por la apertura de este Centro Cultural Islámico, cuya razón de ser no es únicamente el principio sagrado de la libertad religiosa, sino también la misma convicción de la riqueza del encuentro intercultural. El verdadero encuentro no requiere compartir una misma cosmovisión; sino que, muy al contrario, supone la fidelidad a la propia identidad cultural y religiosa, desde la que estamos llamados a colaborar en la promoción de la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres.



Quisiera compartir con vosotros tres breves reflexiones:



1.- Recordemos nuestros lazos de hermandad, tal y como fueron expresados, hace cincuenta años, por el Concilio Vaticano II, en la declaración “Nostra Aetate”: “La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma, como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por ello, aprecian la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.



2.- Os expresamos y ofrecemos nuestro apoyo, para que las familias musulmanas puedan disponer, entre nosotros, de los medios necesarios para educar a sus hijos según sus convicciones religiosas, en conformidad al artículo 27.2 de nuestra Constitución: “Los poderes públicos deben garantizar el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Vuestro testimonio de fidelidad a la fe y a vuestras raíces culturales, es muy valioso para los cristianos que hoy son tentados por la secularización y el relativismo.



3.- Pero además de expresaros nuestro apoyo, también os quiero solicitar vuestra ayuda, para reivindicar ante los gobiernos de los países islámicos, la libertad religiosa para los cristianos de aquellos lugares que están padeciendo situaciones de persecución, a veces incluso de forma dramática. Confiamos en que vuestra reivindicación en favor de la reciprocidad en el principio de libertad religiosa, formulada desde las comunidades musulmanas en Europa, tendría un gran peso moral.



No quisiera concluir sin agradeceros de corazón, la invitación que nos habéis hecho para compartir esta celebración. Cristianos y musulmanes, nos sabemos herederos de la bendición que Yavhé dirigió a través de Abraham a todos los pueblos de la Tierra: “Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra” (Gn 12, 3). ¡Bendigamos a Dios porque es eterna su Misericordia!


(Textos e imagen de archivo  facilitados por la Delegación de MCS de la Diócesis)

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