MONS, MARIO
ICETA SE DESPIDIÓ DE LA DIÓCESIS DE BILBAO CON UNA EUCARISTÍA EN LA CATEDRAL DE
SANTIAGO
AGRADECIMIENTO
SENTIDO DE LA DIÓCESIS AL OBISPO SALIENTE
Mons.
Iceta: “Esta diócesis me ha ayudado a crecer"
El sábado 29 de noviembre la Catedral de Santiago completó totalmente
el aforo permitido en las actuales circunstancias, para acompañar a Mons. Mario
Iceta en la última Misa que presidía en este templo antes de tomar posesión
como arzobispo de Burgos, el próximo sábado 5 de diciembre.
El obispo auxiliar. Mons. Joseba Segura, el vicario general,
Félix Alonso, miembros del cabildo catedral y del consejo episcopal, además de
más de medio centenar de presbíteros diocesanos, religiosos y diáconos, así
como representantes de varias instituciones y organismos diocesanos y fieles,
se hicieron presentes para participar en la Eucaristía.
La celebración que también fue emitida en directo a través de la
Web diocesana y los medios Telebilbao y
Radio Popular-Herri Irratia.
Al finalizar la misa la feligresía despidió al prelado con una
emotiva y larga ovación.
El arzobispo electo de Burgos y administrador apostólico de la
Diócesis de Bilbao, Mons. Iceta, inició su homilía diciendo que, si hubiera que
buscar un titular que sirviese para todo creyente sería el de “una vida
arraigada en el amor, en la fe vivida como confianza y en la esperanza. Creo
–dijo- que son los tres pilares fundamentales de la vida del cristiano”.
También se refirió al día de la ordenación sacerdotal “ese día
prometimos cuidar y como dice san Pedro en su carta, no de mala gana, no con
maltrato, sino de buena gana, con paciencia” y continuó su intervención
disculpándose “por las veces en que quizás no haya conseguido responder a la
altura de vuestras expectativas o quizás os haya podido defraudar”.
En referencia a una de las lecturas de la liturgia, en la que el
Señor le dice a Abraham “Sal de tu tierra”, Mons. Iceta, rememorando su vida
señaló que, ciertamente salió de su tierra, de Gernika, “yo no elegí Córdoba,
la voluntad del Señor me hizo recalar en Córdoba. No elegí venir a Bilbao, la
voluntad del Señor hizo que viniera aquí y no elegí ir a Burgos, la palabra del
Señor una vez más: ´Tu sígueme´, como no seguirte Señor, si la vida hasta el
día de hoy no ha sido más que bendiciones y percibir formidablemente tu
presencia que siempre me ha sostenido. El Señor nos cuida y va alisando los
cantos, las aristas de nuestras vidas, redondeándolos en el río de la vida”.
“He dejado en Bilbao el periodo central de mi vida, -añadió- no
sé cuánto voy a vivir, pero ha sido el centro de mi vida, el momento más
potente de la vida de una persona, yo digo que ya estoy en el atardecer de la
vida, pero quiero seguir al Señor y que él me ayude cada día más a desprenderme
de cosas, de ropajes, de ideas. La diócesis me ha ayudado a crecer, me ha
ayudado a ensanchar mi corazón, a crecer en esperanza, en fe, en amor, en
misericordia, he sido ayudado enormemente por todos vosotros”.
Para finalizar afirmó que se va con el corazón en paz en Bilbao,
“dejando tantos amigos que siempre estaréis ahí porque nuestra vida está
entrelazada, es un tejido de relaciones humanas que siempre están ahí. Y, con
alegría e ilusión a entregarme totalmente a la Iglesia de Burgos a seguir a
aquellos castellanos nobles y recios. A hacerme uno con ello. Que la virgen
Maria nos acompañe y nos cuide siempre. Que así sea”.
En la bendición final tuvo un recuerdo especial “a los que son
predilectos del Señor, a sus ovejas más preferidas, a los pobres, los que no
tienen hogar, a los inmigrantes, a los enfermos, a los que no encuentran
trabajo en esos tiempos tan duros de crisis, que a todos llegue la bendición
del Señor”. Y, en referencia al futuro de nuestra Diócesis, habló de la
sucesión apostólica “nos vamos pasando el testigo, cada uno con su impronta,
con su modo de ser y hacer las cosas y llegan otros, que tienen otra impronta y
van enriqueciendo con sus dones a la Iglesia, otras perspectivas. Sabéis cuál
es mi preferencia y yo estoy seguro que el santo Padre proveerá como esta
Diócesis se merece a aquél pastor que puede cuidar, el Señor abre siempre los
caminos que más nos convienen".
Palabras del Obispo auxiliar
Antes de concluir la Eucaristía y tras un bertso dedicado por el
presbítero Lontzo Zugazaga, intervino el obispo auxiliar, quien dirigiéndose a
Mons. Iceta le dijo que en estos 12 años en Bilbao había trabajado con mucha
gente “con personas de sensibilidades muy diversas, intentado encontrar el tono
y los mensajes adecuados para promover la comunión en una Iglesia, que es
cualquier cosa menos aburrida y que no puede renunciar a ser católica y, por
eso, integradora. En estos encuentros, has dejado huella en muchos y tu salida
les causa tristeza”.
Mons. Joseba Segura también reconoció que estos días, en algunas
de las numerosas despedidas “que ya te estarán abrumando y que hoy terminan”
había podido ver incluso alguna lágrima, “la de los que te han sentido como
pastor cercano, cordial, siempre animoso y resolutivo. En nombre de todos
ellos, de todas las personas que hoy hubieran querido expresarte aquí con
alguna palabra su afecto, en nombre de esta Diócesis que has servido con
inteligencia, generosidad y esperanza firme, queremos agradecerte tus años en
Bilbao y todo lo que, deseoso de ser un Buen Pastor, has procurado hacer entre
nosotros, con nosotros, lo que has logrado y lo que dejarás al siguiente, que
en eso también consiste la sucesión apostólica. Un abrazo, Mario, en nombre de
la comunidad aquí reunida y de todos los que han querido participar junto a su
obispo, de esta eucaristía de acción de gracias. El Obispo Auxiliar terminó pronunciando unas palabras en Euskera
con un abrazo agradecido en nombre de todos valorando su buen ministerio episcopal: Besarkada bat Mario eta gure esker ona
estimatzen zaituen eta gure artean gotzain lez egin dozun lana baloratzen daben
guztien partez”.
“Seguimos unidos en el camino, compartiendo fe y esperanza y un
gran deseo de vivir y actuar en el camino de Dios, aprendiendo a servir cada
vez mejor a todos y especialmente a los que sufren”.
Los 12 años de ministerio
episcopal de Mons. Iceta dejan un aire de renovación en la Diócesis de Bilbao que ha aumentado el número de
seminaristas y ha crecido en práctica sacramental con un crecimiento participación de fieles laicos en las
tareas evangelizadoras.
La relación del obispo saliente con las autoridades locales y
autonómicas así como con el mundo de la cultura y de la sociedad se han
fortalecido, ayudadas por su capacidad de
conexión personal, su talante de
diálogo abierto y sincero, y su formación universitaria que le ha permitido
participar en los foros con soltura, profundidad y sencillez en el modo de
comunicar.
VÍDEO COMPLETO DE LA CELEBRACIÓN: https://www.youtube.com/watch?v=53FHP-YiKaI
Informó: Rafael
Hernández Urigüen, Redactor de Palabra en Donostia-San Sebastián
Todas Imágenes y mayoría de textos, facilitados por la Delegación de MCS de la
Diócesis